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lunes, 22 de septiembre de 2014

Lope de Rueda.


Lope de Rueda.png


Nacimiento
1510
Sevilla, España
Defunción
1566
Córdoba, España
Nacionalidad
Español
Período
Siglo de Oro
Lengua de producción literaria
Castellano
Lengua materna
Castellano
Género
Comedia
Entremés

Estatua de Antonio Susillo de Lope de Rueda en la galería de los doce sevillanos ilustres del Palacio de San Telmo
Lope de Rueda (1510, Sevilla - 1566, Córdoba) fue uno de los primeros actores profesionales españoles. Además, fue un dramaturgo de gran versatilidad que escribió comedias, farsas y pasos (o entremeses).  Se le considera el precursor del Siglo de Oro del teatro en España.
Índice
 1 Vida
2 Obra
3 Producción dramática
4 Los pasos
5 Bibliografía
6 Referencias
7 Enlaces externos
Vida.
No conocemos muchos datos acerca de su vida, sabemos que se casó dos veces: la primera vez con una bailarina llamada Mariana, que trabajó al servicio del Duque de Medinaceli (y de quien se ha sugerido que pudo ser amante); y la segunda con la valenciana Ángela Rafaela Trilles, con la que tuvo una hija.
 En un principio trabajó como batihoja, pero posteriormente se consagró íntegramente al teatro, siendo no sólo dramaturgo, sino también actor y director. Según Diago (1990: 46-47), su actividad teatral que se conoce con certeza cubriría un lapso de tiempo de veinticinco años: desde 1540 hasta 1565, fecha en la que murió en Córdoba:
en 1542 y 1543 participa en el Corpus Christi de Sevilla.
en 1551 se encuentra en Valladolid para celebrar el recibimiento del príncipe Felipe en su vuelta de Flandes.
entre 1546 y 1551 está al servicio de Pedro de Montiel, hilador de seda y compañero de Rueda.
en 1554 se encuentra en casa del conde de Benavente, para organizar una despedida a Felipe II, que se marchaba a Inglaterra.
en 1558 representa una comedia en la catedral de Segovia y se plantea construir un teatro permanente en Valladolid (no olvidemos que este hecho constituía una novedad).
en 1559 participa de nuevo en el Corpus de Sevilla con dos obras, de las cuales el Auto de Navalcarmelo merecerá el premio del municipio.
en 1560 permanece un tiempo en Valencia, no se sabe cuánto, aunque supondrá una parte importante de su vida.  Allí contrae matrimonio en segundas nupcias con la citada Ángela Rafaela y es allí donde presumiblemente conoce a su futuro editor, Juan de Timoneda.
en 1561 pasa por Madrid y por Toledo y actúa ante la reina.
en 1563 participa en el Corpus de Toledo, ciudad en la que también bautiza a su hija.
de 1565 es el testamento que hace en Córdoba, mediante el cual sabemos que Juan de Figueroa, sobrino y editor de Diego Sánchez de Badajoz, le debía una cierta cantidad de dinero, ya que había sido representada en casa de éste una farsa durante doce días.
Acerca de si tuvo una verdadera compañía o no, no se puede establecer con certeza. Indica Diago (1990: 48-49) que ciertos críticos establecen que ésta se redujo al propio Rueda y a su mujer Mariana, «a los que se uniría en 1554 Pedro de Montiel», pero añade que aunque esto fuera cierto, existe la posibilidad de que los cómicos fueran también «reclutados sobre la marcha en el mismo lugar de la representación».
Obra.
Indica Manuel Diago (1990: 41), basándose en Joan Oleza, que el teatro del Quinientos se puede concebir «como un entrecruzamiento dialéctico de tres prácticas escénicas diferenciadas»: la populista, la cortesana y la clasicista. En la primera de ellas podemos encuadrar a Lope de Rueda, aunque el producto final de su teatro sea fruto de la confluencia de diversos factores. Según este crítico se han venido señalando habitualmente una serie de fechas como indicios de un repunte de la profesionalización del teatro: en 1527 se celebra en Valladolid una representación con ocasión del bautizo del príncipe Felipe, esto no sería sino cortesano.  En 1536 unos canónigos se quejan del hecho de que se haya pagado un ducado a unas personas que habían interpretado una farsa en la iglesia; Diago indica que dicha retribución no tiene por qué apuntar hacia una actividad teatral profesional sistemática, sino que las representaciones religiosas ya eran habituales en el siglo XV con motivo de determinadas fiestas del calendario eclesiástico. Carlos V dicta una pragmática en Toledo en 1534 en torno al teatro, pero este argumento parece también débil (remitirse al artículo citado).  Uno de los datos más citados es la alusión a un tal Mutio (o Muzio), un cómico italiano que participaría en el Corpus de Sevilla de 1538.  Este argumento también carecería de fundamento, entre otras cosas porque el teatro italiano profesional se está consolidando en estas fechas y parece poco probable que ya actúen en el extranjero.  Las primeras noticias de la llegado de un comediante italiano sería las de "Ganassa" en 1574.  A propósito de Mutio se piensa en un posible error de transcripción: se trataría en realidad del año 1583.  Sólo se puede interpretar como dato verdaderamente fehaciente el testimonio de Cristóbal de Villalón en 1539, siguiendo con Diago (pág. 45), según el cual para las farsas hay «seys hombres asalariados por la Yglesia de Toledo». A partir de aquí entroncaríamos con la información que poseemos de Lope de Rueda.
Los orígenes de este teatro habría que verlos según Diago (1990) no sólo en la influencia italiana, factor importante, pero que se ha exagerado en ocasiones, sino también de la tradición española. En esta línea, será el drama religioso el punto de partida, «con sus tramas basadas en vidas de santos o en historias del Antiguo o el Nuevo Testamento, con sus episodios cómicos entremezclados con una acción seria, con sus personajes-tipo perfectamente establecidos».  Y añade más adelante: «esta será la escuela de aprendizaje para nuestros primeros actores-autores. Sus artífices serán en un principio preferentemente cortesanos vinculados a algunos de los gremios que tenían a su cargo las representaciones del Corpus, que poco a poco irán profesionalizándose.  Dichas representaciones paulatinamente generarán un nuevo público, ya no específicamente cortesano, y determinarán la progresiva laicización del drama religioso».
Sus trabajos fueron publicados póstumamente en 1567 por el librero editor valenciano Joan de Timoneda, que retocó ciertos pasajes de los textos:
Viniéndome a las manos, amantissimo lector, las Comedias del excelente poeta, y gracioso representante Lope de Rueda, me vino a la memoria el desseo y affectación que algunos amigos y señores míos tenían de vellas en la provechosa y artificial emprenta. Por do me dispuse (con toda la vigilancia que fue possible) ponellas en orden, y sometellas baxo la correctión de la sancta madre Yglesia.  De las quales por este respecto, se han quitado algunas cosas no lícitas y mal sonantes, que algunos en vida de Lope havrá oýdo. Por tanto miren que no soy de culpar, que mi intención es la que me salva.
Vid. Rueda (1567) «Epístola satisfactoria de Joan de Timoneda al prudente lector».
Descartan Pedraza/ Jiménez (1980: 299) la posibilidad de que Lope de Rueda pueda ser considerado propiamente como un intelectual, se trataría más bien de «un hombre en permanente contacto con la escena».  De manera que, según indican dichos críticos, no se interesa por el teatro grecolatino, sino por la literatura que en esta época estaba más en boga y que venía de Italia.  Acerca de las fuentes, Listerman (1980) indica que el argumento de Eufemia viene del Decamerón (segundo día, cuento noveno), que Armelina está basada casi integralmente en Il servigiale de Juan Giancarli, mientras que Los engañados corresponderían al modelo de Gl'ingannati.  Sin embargo, se ha dejado constancia fundamentalmente de la influencia del teatro de la Commedia dell'arte.  El citado crítico, como muchos otros, fundamentan esta afirmación en la presencia del citado Mutio en Sevilla; no obstante, Diago (1990) lo pone en duda de la misma manera que se interroga sobre la posibilidad de que este cómico italiano estuviera realmente en la ciudad andaluza en la fecha citada.  César Oliva (1988: 70), que también traza un paralelismo de los pasos con las fuentes italianas, aunque sin dejar de ver los elementos hispánicos, matiza lo que de improvisación podía haber en Lope de Rueda: «comedia all'improviso no quiere decir exactamente comedia para improvisar; lo que se improvisaba regularmente era el espacio en donde actuar, que variaba mucho de un lugar a otro»; proclamando más tarde que los textos del sevillano estarían más o menos abiertos, hasta que no fueron fijados por escrito por Timoneda. Diago (1990: 55) explica que el comportamiento artístico «tuvo que ser similar al que Timoneda explicitará en otros géneros literarios», ya que el valenciano se basó para su poesía tanto en los poetas cortesanos o italianizantes (Boscán o Garcilaso), como en los de cancionero (Fernández de Heredia) y en los poemas tradicionales, como los romances.
Pero además Rueda añadió como fuente de inspiración la observación de la realidad cotidiana, de donde recogió tipos y costumbres. Tuvo, además, una gran sensibilidad lingüística hacia el habla de la calle, que utilizó en sus obras: prevaricaciones idiomáticas, errores, sintaxis desenvuelta, exclamaciones, refranes, etc.
En tanto que profesional de la escena, Lope de Rueda actuó con su compañía frente a numerosos públicos: para las clases medias urbanas (por ejemplo, con sus comedias o sus representaciones para las fiestas del Corpus), para los estamentos eclesiásticos (representó ante el arzobispo de Valencia), para la burguesía y nobleza urbana (con representaciones particulares en sus casas) y para la monarquía (representó varias veces ante la reina Isabel de Valois). Desde finales del siglo XVI la nueva generación dramática de la Comedia Nueva, en un proceso de construcción de una trayectoria teatral y de una identidad estética propia, difundió una imagen de Lope de Rueda como iniciador (casi en exclusiva) de la tradición teatral autóctona: autores como Cervantes o Lope de Vega, por ejemplo, lo presentaron como el verdadero fundador del teatro nacional español.

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