PITINGO

miércoles, 22 de octubre de 2014

Esta tarde los alumnos del Aula Abierta de Gines (nuestro pueblo), hemos visitado el Castillo de San Jorge en Triana y ha sido una experiencia muy interesante y bonita.  Es por ello que  os voy a contar una historia de las muchas que allí ocurrieron.

El duro recuerdo de la Inquisición.

 


Marcela sabía de hierbas medicinales. También le gustaba estudiar las formas que dibujan las estrellas en el firmamento. Un día fue encerrada en una mazmorra de la Inquisición. No sabía por qué. ¿La denunció alguna vecina envidiosa? ¿O fue un hombre despechado por su rechazo? Lo cierto es que la acusaron de bruja, de hereje, de astróloga. Y la mataron. La historia de Marcela era seguida ayer por una docena de espectadores en el Museo del Castillo de San Jorge, en el barrio sevillano de Triana. La proyección podía contemplarse en español o inglés.
El museo se abre hoy al público. La entrada del recinto es por el puente de Triana. La historia de la Inquisición centra el recorrido. La "sala sensorial" presenta en la planta alta tres espacios cuyas videoinstalaciones buscan que el visitante comprenda lo que supone ser víctima de un juicio de valor y del abuso de poder.
La parte baja del museo se abre con la Barbacana, un lugar con datos, imágenes y piezas arqueológicas relacionadas con el castillo. La maqueta del castillo en el siglo XVIII, cuando todavía pertenecía a la Inquisición, culmina esta fase del recorrido.
A continuación, se entra en la pasarela interpretativa. Se pasea por encima del empedrado del castillo, se contemplan los restos de paredes y arcos... Es el mismo lugar por donde andaban los esbirros de la Inquisición. Las paredes son las mismas que amortiguaban los gritos de los torturados. Varios atriles informan de la vida cotidiana en la casa del portero, las cuadras, las casas del nuncio y el notario, la cocina, la bodega, la casa del primer inquisidor...
El Museo del Castillo de San Jorge, que fue inaugurado ayer por el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Luciano Alonso, ha contado con una inversión de 2,5 millones de euros, financiados en un 40% por el Ayuntamiento y un 60% por la Junta.
El castillo fue en su origen una construcción almohade iniciada en 1171. En la fortaleza estuvo la sede de la Inquisición en Sevilla de 1481 a 1785. El castillo fue demolido en el siglo XIX. El terreno se convirtió en mercado de abastos al aire libre. En 1992, comenzó la excavación y la recuperación del recinto. El pasado del castillo es un duro recuerdo que el museo contribuye a no olvidar. Para que no se repita.


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